Es un maldito lugar, uno desquiciado, uno idiota, uno vulgar, muy vulgar. El suelo está sucio, como lonas descuidadas, asquerosas, con olor a viejo, a usado y frío, a un usado infeliz.
Nada brilla, pero pretenden brillar y se ponen lentejuelas en la carne salada. Repugnante obra de intentar ser lo que nunca serán. De inventar ser bailarinas; arpías danzantes. De ser bellas, brujas camufladas.
Es como un ambiente oscuro donde nada se ve, donde nada es lo que es. Deseando ser más mierda, deseando ser. Robando vidas, robando belleza, robando ideas, robando carisma, robando autoestima, robando sonrisas.
Te desarma la feroz pudredumbre, la feroz ironía.
Pero ellas son estrellas, únicas, inigualables.
Como tratar de revestir las casas debajo de puentes, de esas pobres casas, con telas lumínicas, sedas trucadas, barato el cuerpo. Sin gracia con poder de disolución mental. Como tal mierda que necesita vivir de sangre servible, limpia, clara.
Eternas chupa-sangre!
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