En la euforia que desatas no hay más que un tímido suspiro
tu silencio dice mil palabras que por infamia has erguido.
Caminas por la oscura sinfonía en sollozo interno, con desgarros frescos,
con aplasia que fastidia.
Negación que alimentas de máculas agresivas, descartando todo aquel que a tu laberinto se abstenga.
Juego de manipuladora esencia, inconclusa compañía, amarras pudorosa un capricho, una mentira.
Diluida en tu censura, en la misma culpa infecta, en el sueño, en la cordura, en las sombras que te asechan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario