martes, 17 de julio de 2012

En el universo pegajoso de Ch.

Lo recuerdo al medio porque fué fiel. Hubo entonces una desconexión en el inicio del vínculo que sono extraño. Busque respuestas claras y naturales para interpretar de alguna forma "eso", que sustrajera así la explosión verbal, emocional, vulgarmente erótica para convertirla en una no falta. No hay salida racional a esa brusquedad. El medio termina descomprimiendo a un hombre que sustituye intención de alta calidad por una insinuación asquerosa. Donde no hay un entre lineas y se dispara directamente hacia las carnes vivas. Pero hay que admitir que se hizo dentro de un marco ingenuo y perverso a la vez, que prácticamente lo avala. Quizá, si fuera después, perdería el sentido. Es un "mientras tanto" incómodo que supongo disfruta. Lo disfruta, lógicamente, de la forma más perversa. Pero expuse que esta habitación esta ordenada, como nunca antes. El hombre se convierte en idiota y pierde su rienda moral. Seguramente habrán caido fluidos de otras espectantes que no quiero imaginar. Reitero No quiero imaginarlo. Así, no pertenezco a ese montón regalado. Se juega entonces, y es lo que me asusta, con la interpretación de alguien que se expresa sin filtros. Sobre una mano que siempre recibió obsequios, y lo peor de todo es que se depende de su mirada. Quedarán latentes estas inquietudes hasta finalizar la relación que desde un principio debería haber permanecido en silencio, un silencio respetuoso. el 14 abril 2011

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