martes, 17 de julio de 2012

Disfraz













Se utiliza el medio que se torna constante
porque uno lo cree y se olvida lo esencial.
El movimiento, la expresión, gestos. 
Cuando uno comete el error de incorporarse,
crea ilusiones, conjeturas determinantes 
que se enredan en lo cotidiano. 
¿Qué piensan de tanto camuflaje? 
Es la nueva naturalidad, como instinto, 
como elección primordial de la sociedad.
Si se es animal de costumbre, cuando el ámbito cambia,
la rutina cambia y uno vive el presente-futuro 
como farsa diaria, es esencial mentir,
como lo era cazar para comer. No hablo de ideas ni blancas,
ni puras, si no,de trajes, disfraces, expresiones raras, 
con espacios y guiones. 
Es el vacío, el vicio que se difunde, se dispersa, se matiene.
Pero si se derrumbara, se perderían los parámetros morales, 
de existencia, sobre-vivencia, costumbre, verbales. 
Uno expone lo que pretende de sí mismo, lo deseable. Por eso es vicio.
Es el miedo a expresarse real, con defectos, 
con trayecto, con virtudes básicas. Miedo a lo insípido, a lo rechazable.
Es excitante crearse un ser superior a uno. Es fácil, así, programar y 
violar las reglas. Husmeando, intentando vulnerabilizar 
al enemigo y al amado, completamente cociente.
Comienza con estrategia a abrir el abanico de lo dulce,
insinuaciones fundamentales. 
Está hecho para básicos y los de potencial se aprovechan.
Hacen cruzar los límites, invitan a lo real y lo enfermo. 
La idea es nunca permitir que se interioricen, esa es la estrategia.
Parecer incapaz es el mejor disfraz, no es victimizarse,
hablo de "sincerarse" dando un discurso factible, creíble,
del cual el cazado necesita. Transformándolo en dependencia. 
Se pretende la conexión con lo que no se puede catalogar. 
No se exige, se planifica, se propone, se alimenta, 
se libera adrenalina con discursos llamativos, con análisis reales.
Sin fin, el círculo vicioso. Estas dentro y es imposible descifrarlo.

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